En el marco del Día Mundial del Cerebro, que se celebra cada 22 de julio, la Cámara de Fabricantes de Motovehículos (Cafam) reafirma el compromiso con la seguridad vial y la importancia sobre la concientización del uso del casco.
El cerebro es el órgano más complejo y vital de nuestro cuerpo. Un daño cerebral puede tener consecuencias irreversibles, afectando drásticamente la calidad de vida de una persona y la de su entorno. Por ello, su protección debe ser una prioridad absoluta en todas nuestras actividades, especialmente en aquellas que implican un riesgo potencial.
Para los motociclistas y sus acompañantes, el casco tiene como principal función proteger la cabeza y el cráneo, evitando así que golpes o caídas causen traumatismos o efectos nocivos en el cerebro, continúan desde Cafam, explicando que el casco es el principal aliado del motociclista; es reconocido mundialmente como el dispositivo de seguridad más efectivo para prevenir lesiones graves y fatales en la cabeza en caso de colisión.
Su uso correcto puede reducir drásticamente el riesgo de mortalidad y la gravedad de las lesiones, especialmente los traumatismos cráneoencefálicos, que son la principal causa de muerte y discapacidad entre los motociclistas. En Argentina, el uso del casco para motociclistas y sus acompañantes es de carácter obligatorio y está claramente establecido en la Ley Nacional de Tránsito N° 24.449.
Estadísticas
Las estadísticas de siniestralidad vial en Argentina revelan una realidad preocupante que subraya la urgencia de esta concientización. Según datos del Observatorio de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), el 70% de los siniestros fatales en moto corresponden a colisiones, lo que resalta la importancia de elementos de seguridad pasiva como el casco, aseguran desde Cafam, confirmando que, si bien, de acuerdo al informe, el 72% de los motociclistas asegura usar casco “siempre”, la realidad en las calles indica que aún hay un margen significativo para mejorar la adherencia a esta práctica vital.
“El casco no es un accesorio; es el principal elemento de seguridad diseñado para proteger la cabeza y, por ende, el cerebro, de impactos severos en caso de accidente”, comenta Lino Stefanuto, presidente de Cafam y agrega: “Su uso correcto puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, o entre una lesión menor o de mayor gravedad. En un impacto, el casco absorbe y disipa la energía, reduciendo drásticamente la fuerza transmitida al cráneo y al cerebro”.
Conducción segura
En este sentido la Cámara indica que promovemos hábitos de conducción segura de motos, incluyéndose el uso correcto y obligatorio del casco; con este objetivo compartimos las siguientes Recomendaciones:
- El casco debe estar homologado
- Tener en cuenta el tamaño, ya que el casco debe ajustarse lo más posible a la cabeza y sentirse cómodo.
- Debe siempre llevarse abrochado y ajustarse correctamente al mentón.
- El casco debe descartarse luego de un impacto fuerte o reemplazarse una vez alcanzada la fecha de caducidad.
El uso del casco es un acto de responsabilidad individual y colectiva, por esto resulta significativamente importante trabajar en campañas de concientización y los controles; como así también continuar con los esfuerzos de la industria para seguir innovando en el desarrollo de cascos cada vez más seguros y accesibles.
Las estadísticas de siniestralidad vial en Argentina revelan una realidad preocupante que subraya la urgencia de esta concientización. Según datos del Observatorio de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), el 70% de los siniestros fatales en moto corresponden a colisiones, lo que resalta la importancia de elementos de seguridad pasiva como el casco, aseguran desde la Cámara de Fabricantes de Motovehículos (Cafam), confirmando que, si bien, de acuerdo al informe, el 72% de los motociclistas asegura usar casco “siempre”, la realidad en las calles indica que aún hay un margen significativo para mejorar la adherencia a esta práctica vital.
“El casco no es un accesorio; es el principal elemento de seguridad diseñado para proteger la cabeza y, por ende, el cerebro, de impactos severos en caso de accidente”, comenta Lino Stefanuto, presidente de Cafam y agrega: “Su uso correcto puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, o entre una lesión menor o de mayor gravedad. En un impacto, el casco absorbe y disipa la energía, reduciendo drásticamente la fuerza transmitida al cráneo y al cerebro”.
Conducción segura
En este sentido la Cámara indica que promovemos hábitos de conducción segura de motos, incluyéndose el uso correcto y obligatorio del casco; con este objetivo compartimos las siguientes Recomendaciones:
El casco debe estar homologado
Tener en cuenta el tamaño, ya que el casco debe ajustarse lo más posible a la cabeza y sentirse cómodo.
Debe siempre llevarse abrochado y ajustarse correctamente al mentón.
El casco debe descartarse luego de un impacto fuerte o reemplazarse una vez alcanzada la fecha de caducidad.
El uso del casco es un acto de responsabilidad individual y colectiva, por esto resulta significativamente importante trabajar en campañas de concientización y los controles; como así también continuar con los esfuerzos de la industria para seguir innovando en el desarrollo de cascos cada vez más seguros y accesibles.