Viernes, 04 de Agosto de 2023 21:16

Columna de Opinión. Limitador de velocidad de fábrica, con el objetivo de salvar vidas

Escrito por  Fernando

David Berstein, abogado especialista en Defensa de Víctimas de Tránsito y asesor de la Asociación Madres del Dolor, CPACF. T.37 - F.529, escribe una columna de opinión, indicando que, en un futuro próximo habrá una convivencia en las rutas y autopistas entre los conductores humanos e inteligencias artificiales, y estas últimas están programadas para cumplir con todas las normas de tránsito. En materia de seguridad vial, el objetivo es claro y firme: salvar vidas. Y en dicha dirección tiene sentido, por tanto, utilizar todas las herramientas para cumplir con éste noble fin. Entre estas herramientas se encuentra la de limitar que los conductores humanos conduzcan a velocidades excesivas, mediante la fabricación de automóviles con un tope de velocidad de hasta 150 km/h.
Cuando la compañía Volvo anunció en 2019 que todos sus autos vendrían limitados de fábrica a 180 km/h surgió un interesante debate. ¿Hasta qué punto los fabricantes son responsables de las velocidades que pueden alcanzar sus coches con el impacto que tiene en la seguridad vial?
De momento, la misma responsabilidad que los fabricantes de cuchillos cuando alguien procede a usarlos para algo más que tareas de cocina. Usarlo como herramienta, instrumento de caza, etc. Ciertos bienes industriales, como los coches y las motos, pueden usarse bien o usarse mal, y hasta cierto punto, el fabricante está totalmente exento de responsabilidad, al menos legalmente.

Limitaciones

Hay que decir que Volvo no fue ni mucho menos el primer fabricante en implantar este límite de velocidad. Los fabricantes japoneses llevan haciéndolo desde 1988, cuando la Asociación Nacional de Fabricantes de Japón (JAMA) impuso un tope de 180 km/h (80 km/h por encima del límite nipón en autopistas). Dicha limitación es vigente en modelos JDM (modelo japonés de alto rendimiento), no para exportación. Los modelos importados suelen mantener su tablero original.
El principal argumento de Volvo es la responsabilidad de la marca para con la sociedad, buscando un futuro con menos accidentes, menos heridos graves y menos fallecidos en carretera,  en su empeño de un objetivo de cero víctimas.
La velocidad no es el único causante de los accidentes mortales en carretera pero es un factor multiplicador. A una gran velocidad, los sistemas de seguridad activa y pasiva de un coche no son capaces de luchar contra las leyes de la física y pierden efectividad. Una salida de vía a 200 km/h en el Volvo más seguro a la venta también tendrá consecuencias graves o fatales.

Panorama en la Argentina

En la Argentina, conducir un automóvil a más de 30 km/h por encima de la velocidad máxima permitida en el lugar del hecho y, por dicha acción, causar el fallecimiento de un prójimo es un delito con una pena de 3 a 6 años de prisión, según lo establece el artículo 84 bis del Código Penal de las Nación.  Con lo cual, comprarse un coche que vaya a altísima velocidad, eventualmente, puede llevar a la cárcel. Pero, igualmente, los vehículos que alcanzan altísimas velocidades están a la venta. Hay una clara disonancia entre la velocidad máxima reglamentada por nuestra ley y las velocidades reales de los automotores nuevos, que llegan a velocidades extremas.
En mi opinión, estos vehículos no deberían venderse. Hoy en día las legislaciones de todos los países del mundo limitan las velocidades máximas. En los próximos años, no se podrán superar los límites establecidos. Los automóviles nuevos  son computadoras rodantes, tienen toda la cartografía, por lo tanto saben la velocidad de cada tramo, llevan el lector que puede leer las señales de circulación con lo cual esto se procesa. Toda la información queda registrada en los automotores nuevos. Por lo tanto, no se podrá vulnerar, en un futuro cercano, los límites de velocidad.

Evidencias

Afirmación irrefutable: ir a 200 km/h es más peligroso e inseguro que ir a 120 km/h. También es evidente que las consecuencias de un choque a alta velocidad son mucho más graves pero, ¿dónde ponemos el límite?
“Suecia comenzó en el año 1997 con la visión “cero muertes viales”. Pero alcanzar este objetivo va a depender no solamente del conductor sino también de toda la infraestructura y de la seguridad de los autos. Los suecos parten de la premisa de que el ser humano se puede equivocar. Y si se llegase a equivocar tiene que estar todo a su alrededor en condiciones como para poder evitar lesiones y muertes. Igualmente, me parece mucho hablar de 180 km/h y, particularmente para el caso de la Argentina, me parece un exceso hablar de 150km/h. Con un máximo de velocidad permitido en nuestro país de 130km/h muchas veces me dicen: “hace falta, porque si queréis pasar a un auto…” Si necesitás acelerar el auto a 140km/h quiere decir que el auto delante tuyo va a 130km/h . Entonces no lo tenéis que pasar. Si el máximo permitido es 130km/h, me parece que el auto solamente debería ir, como máximo, a 130 km/h”, afirmó Viviam Perrone, fundadora de la Asociación Madres del Dolor.

Voces críticas

¿Qué sucede con aquel que se compra un coche deportivo, cumple las normas de tráfico y quiere exprimirlo a fondo en un circuito? ¿Y quien viaja a Alemania y quiere circular por encima de los 120 km/h en una Autobahn? Aclaremos que en Alemania existen Autopistas especiales sin límites de velocidad máxima autorizada.
Se plantea asimismo el debate social , ético y legal entre la libertad individual frente a los límites que pone del Estado, considerando  al "paternalismo estatal" que supuestamente busca el beneficio colectivo. En la Comunidad Europea, 180 km/h es una velocidad que sólo se puede alcanzar legalmente en la red de Autobahn alemanas o en un circuito. Hay conductores a los cuales les reconforta saber que su coche está preparado para alcanzar y mantener altas velocidades, aunque casi nunca conduzcan a dichas velocidades extremas, y puedan conducir solo dentro de un circuito de carreras autorizado, a altas velocidades.
En Alemania se lleva tiempo debatiendo sobre si ha llegado la hora de poner límites en sus autopistas “libres” llamadas Autobahn , y que vuelve a estar candente después de que el dueño de un Bugatti Chiron se grabara conduciendo a 417 km/h.

Medio ambiente

Quienes aducen motivos para defender una limitación en estos tramos señalan la protección del medio ambiente como uno de sus grandes motivos. Según la Agencia Federal del Clima alemana, limitar la velocidad en las Autobahn ahorraría la emisión de dos millones de toneladas de CO2 anuales.
Lo cierto es que cada vez más fabricantes están limitando sus vehículos. Uno de los motivos principales es la llegada del coche eléctrico.
Con la intención de proteger componentes o impedir que un conductor "funda" la autonomía de sus baterías, no son pocos los fabricantes que limitan la velocidad máxima de sus modelos eléctricos. Renault ya anunció que sus próximos modelos también estarán limitados a un máximo de 180 km/h para mejorar la seguridad. El Renault Mégane E-Tech, en su versión eléctrica, ya está limitado a 160 km/h.
De hecho, muchos coches eléctricos tienen su velocidad punta limitada a 130 o 150 km/h, con el objetivo de que su consumo no se dispare y su autonomía no caiga en picada.Si queremos un futuro de bajas emisiones contaminantes en el sector del automóvil, no nos quedará otra que tomarnos los viajes con más calma.
Vivimos en un mundo cada vez más seguro, más eficiente y más responsable. Entiendo que a futuro la industria del automóvil cambiará radicalmente su filosofía, se terminarán imponiendo límites de velocidad al estilo de Volvo, y no descartamos un futuro en el que todos los coches cuenten con una velocidad máxima limitada de fábrica.
El objetivo esencial es salvar vidas. En este sentido, las normativas de emisiones contaminantes, la lucha contra el cambio climático y la tecnología intrínseca a los coches eléctricos van en contra de coches moviéndose a alta velocidad.

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