Ford ya presentó internacionalmente la séptima generación del Mustang, el Pony Car que muestra varias novedades estética, de confort, tecnología y motor.
Diseño
Las líneas exteriores son elegantes, aunque el cambio no es muy radical, aunque exhibe un toque futurista.
En esta entrega del modelo, los diseñadores entregan un frontal dominado por una entrada de aire, que hace homenaje al Mustang de 1965. Los faros delanteros delgados de LED y aprovechan mucho de la generación pasada, ahora adoptando un esquema de luces triples.
Atrás, el baúl toma inspiración en el Mach 1 de la década de los setenta, mientras que el perfil es inconfundible. La parte trasera respeta el atemporal diseño de tres barras para el cuerpo de iluminación, ahora con un quiebre que las “dobla” por la mitad y les da una forma tipo boomerang.
Cada versión del modelo tendrá diferentes elementos de diseño y llantas de aleación que pueden ser de 18 o 19 pulgadas. En el caso del GT, se diferencia del EcoBoost por un par de tomas de aire más grandes al frente, faldones en un compuesto de apariencia similar a la fibra de carbono y emblemas con el nombre de la versión en tonalidades cobrizas.
Motor
Muestra un propulsor atmosférico V8, que ahora incorpora novedades como un sistema de inducción de aire con doble toma de admisión, y promete mayor respuesta y rendimiento. Si bien aún no hay detalles sobre la potencia final de este motor, por cuestiones de homologación, se calcula que podría colocarse entre los 470 y 485 caballos de fuerza. Mantiene la tracción trasera y se puede escoger entre un cambio manual o automático de 6 velocidades. En la versión GT el cambio automático se estira hasta las 10 velocidades. También incorpora un nuevo sistema de inducción de aire con un diseño de doble toma de aire y doble cuerpo de mariposa, que, según la marca, minimiza las pérdidas de inducción y permite mayores caudales. Los modos de conducción son Normal, Sport, Deslizante, Drag, Pista2.
Para los que busquen un comportamiento más “citadino” del nuevo Mustang, se pone a disposición el bloque EcoBoost de 2.3 litros y mismas opciones de transmisión.
Sin embargo, una de las grandes novedades en cuanto al tren de poder se refiere viene en el modo “Drift”, configurado desde fábrica con la ayuda de Vaughn Gittin Jr.
Este sistema funciona como un freno de mano electrónico que aplica toda la fuerza de los frenos en el eje posterior para bloquearlos y poder derrapar con relativa facilidad a gusto del usuario.
Dependiendo la versión, se podrá tener una palanca con manija de aluminio a un lado del asiento del conductor que activará este sistema al jalarla con fuerza hacia arriba. Esto, según Ford, atraerá a nuevos compradores que busquen modificar su Mustang para competencias de derrapes.
Interior
En el frontal se incorpora un nuevo panel de instrumentos, digital y configurable, enfocado en el conductor. Tiene pantallas de instrumentos de 12,4” y de infoentretenimiento de 13,2 pulgadas, todo en un mismo módulo, y llevan el sistema SYNC 4 (el mismo que el del Mach-e) compatible con Android Auto y Apple Carplay.
El volante, achatado en su zona inferior, los asientos de cuero o molduras de plástico blanco. Ofrece actualizaciones remotas automáticas y va acompañado de una nueva superficie de carga inalámbrica para teléfonos móviles. El equipo de audio, por su parte, es B&O de 12 altavoces, cuenta con subwoofer y también sirve para amplificar el sonido del motor V8.
Precios
El flamante Mustang estará disponible en 12 colores de carrocería, incluyendo nuevas tonalidades como el Blue Ember, el Vapor Blue o el Yellow Splash. Todavía la marca del ovalo no ha confirmado los precios ni detalles extra sobre el modelo. Será ensamblado en la planta de Flat Rock, Michigan, Estados Unidos, y, aunque todavía la marca no ha dado confirmaciones, podría llegar a la Argentina, a mediados de 2023.
