Toyota parece haber decidido dejar de lado el carácter verde y ecológico de casi todos los últimos modelos para presentar el GR Yaris, una de las creaciones más salvajes y potentes de los últimos años, una especie que parece estar en peligro de extinción.
El Toyota GR Yaris se presenta como el Yaris más potente de la historia: no hay que penar en él como en un Yaris de 3 puertas, sino en uno de carreras, que se homologa para su uso en vía pública y que forja su historia desde antes de pisar la calle, gracias a un compendio de elementos de gran tecnología.
Diseño
Empezando por la parte exterior, el GR Yaris muestra una estética agresiva con un techo más bajo (que está construido en fibra de carbono) unas llantas de aleación de 18 pulgadas, unos paragolpes, sobre todo el delantero, con formas deportivas y, sobre todo, un lateral en el que las aletas ensanchadas son la nota dominante, ofreciendo también puertas sin marco.
Motor
Mecánicamente ofrece la plataforma TNGA-B, pero con un eje posterior heredado del Corolla, ofreciendo un bloque 1.6 tricilíndrico, DOHC de 16 válvulas, con 261 CV y un par motor de 360 Nm, se coloca en una posición más retrasada respecto a las columnas de suspensión. La caja de cambios es manual de seis velocidades. El sistema de tracción a las cuatro ruedas GR-FOUR, es, sin lugar a dudas, una de las claves de este deportivo con carrocería de utilitario: cuenta con tres diferenciales, pudiendo ser los de ambos ejes de tipo Torsen si se opta por el paquete deportivo "Track Pack".
La marca ha confirmado que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 5.5 segundos y de alcanzar una velocidad máxima, limitada electrónicamente, de 230 km/h, otros detalles que hacen del Toyota GR Yaris un vehículo tan único son, por ejemplo, sus frenos, con discos rayados y pinzas fijas de 4 pistones en el eje delantero.
Interior
En el interior los cambios son menores: unos asientos muy similares a los que equipa el GR Supra, así como una instrumentación específica que, en contra de las tendencias del mercado, modifica su tecnología para pasar de digital a analógica. Otros detalles específicos con, por ejemplo, el mando en la consola central, junto a la palanca de cambios, que activa y selecciona los diferentes modos de conducción. Por supuesto destaca en seguridad, con frenos ABS y control de tracción (que puede desconectarse) y de estabilidad, además de 9 airbags y otros componentes.
El auto se construirá en la planta de Motomachi, en Japón, pero aún no se sabe cuándo iniciará su comercialización en ese mercado, en Europa y remotamente pensar que en América. Por lo pronto, este ha sido un buen ejercicio para la marca oriental.
