Los Vehículos de Movilidad Personal no son sólo cosa de grandes. Cada vez vemos más niños y niñas en plazas y parques sobre monopatines eléctricos y este año, particularmente, muchas familias han optado por adquirir uno como regalo para los niños.
Así como hay que tener en cuenta información y recomendaciones sobre cómo elegir el mejor monopatín eléctrico de acuerdo a cada necesidad, hay que tener en cuenta que, a la hora de adquirir un producto de movilidad es importante evaluar las condiciones de seguridad y establecer pautas para un uso responsable. Los monopatines eléctricos están catalogados como Vehículos de Movilidad Personal (VMP) de tipo “A" y pueden alcanzar los 20 kilómetros por hora. En la Argentina sólo existe regulación sobre su uso en la Ciudad de Buenos Aires, pero a nivel mundial algunas ciudades lo prohíben para menores de 16 años.
Como sugerencia, se debe tener en cuenta de que, a la hora de entregar un vehículo a un menor los adultos deben actuar con la mayor responsabilidad y evaluar si el niño o niña está preparado para conducirlo de forma estable. Es recomendable tomarse tiempo, revisar el vehículo antes de cada paseo y no dejar de observar a los chicos mientras circulan, siempre en espacios preparados.
Prevención
Los cascos y otros elementos de protección son la mejor manera de prevenir lesiones mientras se conduce, pero todavía falta trabajar para que se incorporen en los momentos de juego y esparcimiento. Para tener en cuenta, de acuerdo a las empresas y referentes en la seguridad para este tito de vehículos, se elaboró una guía para hacer del monopatín un elemento de disfrute y recreación seguro:
1) Hábitos y conducta. Si se quiere que los niños sean responsables y usen elementos de seguridad, debemos darles el ejemplo. Los cascos bien ajustados son la mejor manera de prevenir lesiones en la cabeza y asegurar el ajuste correcto de un casco puede aumentar la comodidad y el uso.
2) Equipo de protección. Si bien las lesiones en la cabeza son las más preocupantes, existe riesgo de fracturas, contusiones y abrasiones. También deben protegerse los codos, las rodillas y las muñecas.
3) Espacios. Circular en terrenos dispuestos para recreación y si se hace por la vereda, alejarse de la calle para evitar el contacto con el tránsito. Siempre bajo la estricta supervisión de un adulto.
4) Convivencia. Se recomienda la circulación por sendas exclusivas (bici sendas) a partir de los 12 años, en compañía de un adulto y siempre siguiendo las normas de tránsito como los sentidos de circulación, prioridad de paso y espacios de detención.
5) Mantenimiento. Verifique todo el equipo al comienzo o al final de cada paseo y realice el mantenimiento indicado por el fabricante.
6) Mayores. A partir de los 16 años los adolescentes pueden circular por la vía pública. Es recomendable acompañarlos durante los primeros viajes hasta que se sientan lo suficientemente cómodos para trasladarse solos.
La micromovilidad no es el futuro sino el presente por eso es interesante comenzar a introducir pautas de seguridad desde la edad temprana. Si bien entendemos que cada niño es diferente, desde el punto de vista del desarrollo les puede ser difícil juzgar la velocidad y la distancia de los automóviles hasta los 10 años, por eso es recomendable que en principio circulen por espacios preparados para el peatón. Para evitar lesiones innecesarias en menores de edad los adultos debemos poder evaluar su competencia para conducir y hacerles conocer las reglas que ayudan a una buena convivencia en los espacios públicos.